REUNIÓN 119 – RESUMEN Marzo 31 2011, prepared by German Zincke
I. Participantes:
El Club del Vino sostuvo la reunión número 119 el día 31 de marzo del 2011 en el restaurante Da Domenico con la presencia de los siguientes socios:
Mario Aguilar, Euro Alves, Hugo Benito, Emilio Bernal-Labrada, Cecilio Berndsen, Alfonso Caycedo, Bolivar Cobos, Juan Luis Colaiacovo, Ruth Connolly, Clara Estrada, Italo Mirkow, Alfonso Sánchez, Jairo Sánchez, Ginger Smart, Ricardo Zavaleta, Germán Zincke.
Avisaron que no podían asistir: Wilson Moreira, Jaime Estupiñan, Rolando Castañeda, Álvaro López, Albertina Frenkel, Raúl Sanguinetti y Orlando Mason.
II. Selección de Vinos
En esa oportunidad se degustaron vinos de de la región vitivinícola del Priorat de España. Los socios Clara Estrada y Raúl Sanguinetti seleccionaron vinos. La presentación estuvo a cargo de la socia Clara Estrada. Comentaron sobre la región seleccionada los socios Juan Luis Colaiacovo y Alfonso Sánchez. Los vinos fueron adquiridos en Rodman y Wine Cellar.
N° |
Nombre del vino |
Año |
Alcohol |
Precio |
1 |
Akyles Priorat Macabeu (Blanco Bodega), Viñedos de Ithaca |
2008 |
15% |
$ 14.98
|
2 |
La Cartuja Priorat, Bodegas La Cartuja |
2009 |
15% |
$ 14.99 |
3 |
Carles Priorat, Bodega Heredad Viña |
2005 |
14% |
$ 14.99 |
4 |
Akyles, Bodega Viñedos de Ithaca |
2008 |
15% |
$ 26.98 |
III. Comentarios.
La presentación y el análisis de los comentarios a cargo del socio Hugo Benito.
Vino Número 1 – Akiles Priorat Macabeu,Bodegas Vinedos
de Ithaca. Evaluaron este vino 13 personas , se descartaron 2 por ser muy
extremas y los 11 restantes le dieron un promedio (entre 85 y 90
puntos) de 87.6 puntos.
Mucho alcohol. Sabor, cuerpo y color muy buenos. La uva macabeo le da un sabor pleno. Llena la bocas, final largo y agradable. Recuerda a los cítricos, peras y damascos. Bien balanceado. Aromático, dulzón, frutal.
Vino Número 2 – La Cartuja Priorat 2009. Bodegas La
Cartuja. Evaluaron este vino 13 personas con un promedio de 88.4 puntos .
Hubo una concentración entre 88 y 90 puntos (7 personas) con un promedio de 89.1 puntos. Poco aroma, full body, opaco., pero con sabor y cuerpo agradables. Aroma de frutas del bosque, long “finish” ,color rojo encendido con tonalidades rosadas. Muy balanceado. Sabor a cereza negra.
.
.
Vino Número 3 – Carles Priorat 2005. Bodegas Heredad Vinia. Evaluaron este vino 13 personas , se descartaron 3 por ser muy extremas. Las 10 restantes dieron un promedio entre 85 y 90 puntos de 87.9 puntos. Opaco, sin mucho color, seco. Similar a La Cartuja
pero más “spicy”. Falta aroma y bouquet.
Vino, Número 4 – Akiles Priorat 2008.Bodegas y Viñedos
Ithaca. Evaluaron este vino 13 personas. Se descartaron 3 por ser muy
extremas. Los 10 restantes entre 89 y 92 puntos dieron un promedio
de 90.3 puntos. Mejor que los vinos 2 y 3. Aterciopelado, taninos
suaves largo final. Color cereza negra. Buen bouquet aroma y sabor: muy bueno. International. Wine Cellar le dio 91 puntos.
Los vinos degustados tuvieron un muy buena acogida y se felicita a los compradores por su buena selección, considerando que los precios del Priorar son en general altos.
IV. Otros
– Nuestro socio Raúl Sanguinetti cumplió años este mes.
– Se adjunta en el anexo información sobre la Región del Priorato y el
artículo “Los tintos que vienen” proporcionada por el socio Alfonso Sánchez.
– Se distribuyeron por e-mail los resúmenes de las reuniones 118 (febrero 2011), 117 (enero 2011) y 116 (diciembre 2010).
ANEXO
La Región del Priorato
por Alfonso Sanchez
La región del Priorato (o Priorat) está localizada en la provincia de
Cataluña al noreste de España y a unos 150 kilómetros al suroeste de Barcelona
(ver Mapa). Su nombre proviene del asentamiento original de monjes cartujos en el siglo 12 en la zona. Desde ese entonces se cultivan uvas en la región.
La región está casi totalmente rodeada por los montes Montsant y su topografía se caracteriza por pendientes fuertes y escarpadas y suelos áridos y rocosos en donde la mecanización del cultivo es imposible. Sin embrago la sed de vino de los monjes los llevó a cultivar las vides en terrazas labradas a mano en las montañas con gran esfuerzo y mucho trabajo. Hasta hoy el cultivo y vendimia de las uvas es manual.
La antigüedad de los viñedos y la aridez de los suelos resultan en rendimientos muy bajos de solo dos tercios de tonelada por hectárea (el promedio en otros lugares es entre 2.5 y 3.5 toneladas). Los intensos calores del verano en el Mediterráneo producen vinos de gran contenido alcohólico (un potencial de hasta el 18 por ciento). Los bajos rendimientos y el modo de producción resultan en vinos intensos, de alta concentración y relativamente costosos.
La peste Phylloxera acabó con muchos de los viñedos de la región a finales del siglo 19 y muchos cultivadores abandonaron la región y sus viñedos. Pero en los 1970 jóvenes industriales del vino liderados por René Barbier (Clos Mogador y Freixenet) y Álvaro Palacios (Finca Dofi, L’Ermita) atraídos por el potencial de la región trajeron los
métodos de vinificación franceses y empezaron la resiembra y reconstrucción de
los viejos viñedos. El resultado ha sido un resurgimiento casi milagroso de la región que hoy está en las grandes ligas mundiales con sus mejores vinos.
Los Suelos. Suelos pobres y pedregosos de origen volcánico con una base de cuarzo y pizarras. Las pizarras producen residuos de mica que reflejan el sol y retienen el calor (alta concentración de azúcar en la uva). La aridez obliga a las parras a producir raíces profundas en busca de agua nutrientes y minerales.
El Clima. Hay abundancia de microclimas que varían con la altitud pero están determinados por los vientos helados del norte (mitigados en parte por los montes Montsant) y por los vientos tibios del este. Los veranos son prolongados, calientes y secos (35o C) y los inviernos muy fríos (-4o C).
Las Variedades
Las variedades tradicionales fueron garnacha y cariñena que continúan siendo las más importantes (aptas para producción de vinos tipo Cotes du Rhone). Los nuevos empresarios han plantado cabernet sauvignon, merlot, pinot noir and syrah para producir vinos de corte.
Hoy existen más de 50 bodegas de reputación en la región. Los vinos son generalmente añejados en barriles de roble francés, deben tener un grado alcohólico de al menos 13.5 por ciento y son fuertes y concentrados.
Los tintos que vienen
Por: pgcamilo | Elespectador.com
Más allá de las cepas conocidas, como el Cabernet Sauvignon o el Malbec, los productores del Cono Sur se están arriesgando con otras variedades, como
el Petit Verdot o el Bonarda.
Reconozco que algunos de nosotros todavía estamos muy amarrados a los archiconocidos cepajes tintos suramericanos, con los cuales nos hemos hecho adultos en esto del vino. Hablo, sin duda, del Cabernet Sauvignon, del Merlot, del Malbec y, en cierta forma, del yrah y del Pinot Noir.
En los últimos dos años he estado siguiéndoles la pista a varios productores del Cono Sur y he podido constatar que, a ambos lados de la Cordillera de los Andes, hay un genuino deseo de explorar otros caminos. Es indudable que las variedades más emblemáticas han hecho mucho por la vitivinicultura de los dos países, pero también resulta cierto que un
portafolio tan limitado puede llegar a ser bastante aburrido y riesgoso.
Por fortuna, ya son muchos los casos de vinos argentinos y chilenos elaborados con Bonarda, Cabernet Franc, Carignan y Petit Verdot, entre otras variedades tintas. Y los resultados son sorprendentes.
Para sacar adelante estos proyectos ha resultado imperioso plantar pequeños viñedos de experimentación en alturas y latitudes variadas y, obviamente, en distintos suelos, para estudiar el comportamiento de las plantas en condiciones climáticas, geológicas y geográficas diferentes. Tras superar adversidades y sinsabores, podemos dar un parte de éxito y afirmar, sin vacilaciones, que ya se ha configurado un importante cuerpo de conocimiento para establecer, con mayor exactitud, en qué lugares y en qué condiciones estos cepajes entregan sus mejores expresiones aromáticas y gustativas.
Empecemos por la Bonarda. Estamos aquí ante la segunda variedad más plantada de Argentina, pero que, durante décadas, fue utilizada como componente de vinos corrientes, gracias a su vigor y a su aporte de color y notorios aromas frutales. Se originó en el norte de Italia, donde existe toda una compleja discusión acerca de su verdadera procedencia. Gracias al trabajo de varios viticultores argentinos, en aras de controlar su vigor y
de manejar sus tiempos de cosecha, se ha podido obtener un vino de buen cuerpo
y color, de seductores aromas frutados y de un interesante toque licoroso, que
le da profundidad en boca.
Entre los Bonarda mejor calificados figuran Alma Negra, de la bodega Tikal, de Ernesto Catena; Ema y Serie A, del grupo Familia Zuccardi; Chakana, Domados, Lamadrid, Santa Ana Reserve, Valle de la Puerta Alta y Joffré e Hijas.
Otra buena sorpresa corresponde a vinos argentinos y chilenos hechos con Cabernet Franc, esa uva clásica de Burdeos que siempre se la ha utilizado como compañera inseparable del Cabernet Sauvignon. Elaborada como variedad única, la Cabernet Franc se distingue por sus elegantes toques aromáticos a especias dulces y frutas rojas, y su gran suavidad en boca, gracias a la predominancia de taninos finos.
A destacar, por el lado argentino, están los Cabernet Franc de Finca La Celia Reserva, Gala 4 (Luigi Bosca), Fin (de Bodega Fin del Mundo), Humberto Canale Gran Reserva, Angélica Zapata Alta, Doña Paula Series Alluvia y Andeluna Grand Reserve. Por el lado chileno sobresalen Hacedor de Mundos (Viña Gillmore), Oveja Negra (Vía Wines), Viña Morandé y Lomalarga Vineyards.
Por otro lado, ha comenzado a hacer carrera el Petit Verdot del Nuevo Mundo, otra de las variedades francesas incorporadas en las grandes etiquetas de Burdeos. Su origen no es claro, pero existe la teoría de que sus antecesores genéticos fueron llevados por las huestes romanas provenientes del más caliente Mediterráneo
A la Petit Verdot le gusta el sol, dado que requiere de un ciclo de maduración largo para expresar su verdadero potencial. De las clásicas variedades de Burdeos, esta es quizás una de las más potentes y, por esa razón, se la emplea para realzar uvas un tanto más ligeras,
como la Merlot o, incluso, la misma Cabernet Sauvignon. Posee taninos fuertes y marcados, aporta intensos colores violeta y es exuberante en sus componentes especiados. En pocas palabras, contribuye a enriquecer la complejidad de cualquier copa. De manera que exige atención y cuidado antes de tratarla como único componente.
En Argentina apareció entre viñedos de Malbec, seguramente como resultado de las primeras plantaciones de cepas finas francesas, a mediados del siglo XVIII. Las primeras botellas hechas con Petit datan de mediados de la década de 2000 y uno de sus primeros exponentes fue bodega Finca La Anita. Ahora forma parte del portafolio de casas como Ruca Malen, Tomero (de Carlos Pulenta), Fincas Rewen, Finca La Luz, Casa Montes Don
Baltazar, Alta Vista Los Escasos y Trumpeter Reserva.
Algunos Petit Verdot chilenos a destacar son Casa de la Ermita, Santa Carolina Barrica Selection y Casa Silva Gran Reserva.
Así es que no son pocas las oportunidades para salirse de la rutina. Déjese atrapar por estos otros tintos y disfrute el valor de la diversidad.